jueves, septiembre 29, 2005

En la Menosmédula


Excelente clase de Teoría y Análisis Literario, me refiero al práctico, puesto que por lo que sé no se puede decir lo mismo del teórico...

Un genial análisis de algunos poemas de En la Masmédula de Girondo... a mi criterio, por supuesto... este señor profesor me alegra los días.

Y venía pensando unas asociaciones en el coche a la vuelta..., un intento de poema, y quedó todo más o menos así de feo:



él


te veo a vos
lo veo
en vos
vociferando
desgarrando
desintegrando
yo
a mi
en vos
con vos y yo también
y en él
y veo
lo veo en vos
te veo a vos
vos
desintegrando
a él
en mi y solo
te veo a vos
lo veo

en él


Lo sé, muy feo... pero bueno... utilizo ciertos recursos, que al ser yo quien los utiliza, no quedan muy copados...


Ahí lo dejo...

jueves, septiembre 22, 2005

Perdón, imposible...

Luego de tan larga ausencia, regreso al ámbito del blog.


Hoy: nueva adquisición, un libro poco interesante para muchos pero ingenioso para otros, como es mi caso.
Se trata de:

- José Antonio Millán, Perdón imposible.



Es un ingeniosos libro sobre puntuación (juju), que explora los usos a través de ejemplos de todo tipo.



Dejo un pedacito del prólogo, para que vayan... ¿pispeando?:


"De mis años escolares recuerdo una anécdota atribuida a Carlos V (luego la he encontrado referida a otros reyes, pero nos dará lo mismo...). Al emperador se le pasó a la firma una sentencia que decía así:

Perdón imposible, que cumpla su condena.

Al monarca le ganó su magnanimidad y antes de firmarla movió la coma de sitio:

Perdón, imposible que cumpla su condena.

Y de ese modo, una coma cambió la suerte de algún desgraciado...


Las letras son el cuerpo de un texto, pero rodeándolas hay una nube de pequeños signos, a los que apenas prestamos atención, que constituyen el auténtico espíritu de las palabras. Los signos de puntuación son objetos misteriosos, que coexisten con las letras, pero no lo son: son las «letras de la cabeza», como decía una niña de cinco años, que «se piensan pero no se dicen».



¿Por qué es importante reflexionar sobre la puntuación, sobre sus signos y cómo se usan? Por una razón muy sencilla: porque (al igual que las normas ortográficas que nos enseñan a manejar bes y uves, ges y haches) es clave para la comunicación efectiva por escrito. Además sus fallos redundan en la mala imagen del que los ha cometido; y a veces en que el resultado sea poco comprensible o equívoco. En palabras de un especialista: «Difícilmente se altera el mensaje por uno o varios lapsos de ortografía literal (hay, naturalmente, excepciones antológicas); en cambio, ¡qué penosa labor la de llegar a comprender cabalmente un texto mal puntuado!; ¡qué esfuerzo para hacerse con la posible articulación de la frase!»"




Juas, estoy casi segura de estar haciendo una mala utilización de la forma de citar... pero bueno, ya aprenderé mejor con la ayuda de este librito =P



¡Saludos!