Impotencia de ver como se resbala entre las manos la vida y no poder hacer nada.
Estar hasta el último aliento... hasta que se terminan de ir los 21 gramos. Desesperándote por hacer algo, por intentar algo que es imposible de lograr.
Cómo salvar una vida que ya es insalvable... qué hacer en el momento final.
Anoche se murió mi gatito de tres meses entre mis brazos, media hora antes estaba bien.
Tenía parbovirus, o su equivalente en los gatos. Nadie se dio cuenta, no lo vimos venir, porque los gatos no dejan ver sus enfermedades hasta que ya no hay nada que hacer.
Me dio la última mirada y lo escuché maullar muy despacito por última vez y se fue.
Lo peor es aceptarlo, aceptar que ya no hay nada qué hacer... la pregunta final a mi vieja: "¿está muerto en serio?"
Y ante el: "sí"... el ya no queda nada que hacer. ¿Qué se puede hacer?
Era un gato, pero era parte de la familia. El que considere de esa manera a sus mascotas me entenderá.
2 comentarios:
Lo lamento mucho Vicky. No se puede decir más.
¿Tres meses? ¿En tus manos?
Qué mal. A olvidar este fin de semana, pero acordarse de quién fue esa mascota.
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